La deshidratación puede clasificarse en leve, moderada o severa y esta se calcula según el porcentaje de líquidos perdidos.

La deshidratación puede ser ocasionada por diversos factores, inclusive por algunos que no podemos controlar.

La pérdida de líquidos en el cuerpo contribuye al mal funcionamiento del mismo.

Lo más importante a la hora de rehidratar es saber que muchas veces no es suficiente tomar agua constantemente.

Cuando se presenta la deshidratación es igual de importante tener en cuenta las situaciones que nos ponen en riesgo de deshidratación.