¿QUÉ LA CAUSA?
La deshidratación puede ser ocasionada por diversos factores, inclusive por algunos que no podemos controlar, como un clima extremadamente caluroso y húmedo o algunas veces por la sudoración excesiva que este nos produce.
También se puede generar por afecciones especiales de las personas como una excesiva micción, es decir ganas de orinar demasiado frecuentes ocasionadas por la diabetes o por el uso de medicamentos con efecto diurético. Algunas veces la deshidratación es un efecto secundario de vómitos o diarreas que promueven deposiciones aceleradas que hacen perder grandes cantidades de líquido y sales minerales. Sin embargo, otras causas pueden ser la pérdida de apetito por alguna enfermedad, sea por irritación en la garganta o inclusive por la fiebre desarrollada debido a estas infecciones.
Otras causas de la deshidratación pueden ser ocasionadas por nosotros mismos ya sea de forma voluntaria o involuntaria, como la práctica de alguna actividad de alta exigencia física sin la hidratación adecuada ya sea en el entorno deportivo, recreativo o laboral.