¿CUÁNDO CONSULTAR AL MÉDICO?
Una de las principales causas de la deshidratación durante las enfermedades es la diarrea y el vómito. Estos pueden ser ocasionados por infecciones transmitidas a través de gérmenes o intoxicaciones de algún tipo de alimento ingerido.
Es importante saber que las deposiciones constantes no son lo mismo que una diarrea aguda, puesto que la diarrea se trata de heces fecales líquidas que no logran formar la consistencia adecuada para verse sólidas, mientras que una persona que se alimenta con mucha fibra vegetal es capaz de lograr varias deposiciones en un mismo día, siendo estas sólidas en todo momento.
Uno de los problemas más grandes que acarrean la diarrea y el vómito es la deshidratación acelerada que una persona puede sufrir, puesto que la evacuación excesiva no solo hace que se pierdan líquidos, sino que a su vez hace que salgan del cuerpo electrolitos muy importantes como el potasio y sodio. Cuando la pérdida de estos es exagerada es evidente la debilidad en el cuerpo y la tensión arterial puede disminuir a tal nivel que podría ocasionar:
Es por ello que la deshidratación por diarrea o vómito no debe tomarse a la ligera y, por el contrario, debe controlarse de manera inmediata, ya que desafortunadamente esta misma avanza muy rapidamente. De hecho, una manera de contrarrestar estos efectos es tomando soluciones orales de rehidratación, que no solo devuelvan y compensen los líquidos perdidos, sino que balanceen de forma adecuada los electrolitos perdidos en este proceso. No obstante, es importante saber que la diarrea y el vómito son procesos que deben dejarse finalizar sin medicamentos, pues este es un mecanismo que el cuerpo tiene para eliminar y combatir infecciones dentro del sistema digestivo e intestinal.
Aunque no todos los episodios de diarrea o vómito necesitan una valoración médica inmediata, es relevante comprender cuándo sí es adecuado recibir asesoría de un profesional. Los signos de alarma son:
Cuando se presenten cualquiera de estos síntomas, lo mejor es acudir al servicio médico de urgencias, sin dejar de lado una completa y constante hidratación conforme a lo arriba indicado, que contribuya a que la situación no empeore mientras se llega a los servicios de salud.