Cuando tienes un pequeño en casa es normal que en cualquier momento presente un cuadro de gastroenteritis que generalmente está acompañado de episodios de diarrea y vómito.

Tus hijos pueden estar en constante riesgo de contraer enfermedades de tipo bacterianas, al estar expuestos con niños que muchas veces asisten al colegio enfermos, o no toman las debidas medidas de higiene. Por eso es muy importante enseñarles que no se deben compartir cubiertos o alimentos, y que el lavar sus manos lo alejará de repetir este tipo de experiencias desagradables. Una vez el virus está en casa, es muy importante mantener a tu pequeño hidratado para contrarrestar los efectos de las múltiples deposiciones que este le provocará. Ya sea vómito o diarrea, lo ideal es no dejar por ningún motivo que se descompense, puesto que en los niños la deshidratación avanza de manera acelerada.

Cuando su estómago se sienta preparado para recibir alimentos aparecerá el hambre y aquí puedes intentar con una dieta suave según el momento del día en el que ya se encuentre listo para comer.

**Es importante evitar alimentos fritos o difíciles de procesar para el estómago como la leche entera, alimentos grasos, cítricos o con un alto contenido de fibra. En especial evita totalmente alimentos irritantes como condimentos o comidas picantes.